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- 02 ene
Así parimos el logo de JxCAT
Hace unos días se cumplieron 2 años de las elecciones catalanas del 21-D, en las que Carles Puigdemont y su lista de Junts per Catalunya dieron la campanada al imponerse en el campo independentista, consiguiendo así la presidencia de la Generalitat. Aquella fue una aventura convulsa y apasionante, en general suma de sentimientos y experiencias bastante contradictorias, pero sin duda uno de los momentos profesionales más interesantes y enriquecedores que he vivido en relación a mi mundo de dedicación y de estudio, la comunicación política.
Yo era director de Comunicación (dircom) del Partit Demòcrata, y como tal formé parte del equipo de estrategia de la candidatura dirigido por Elsa Artadi, e hice tándem con Jaume Clotet como responsables de la Comunicación de la campaña. Electoralmente, aquello acabó convirtiéndose casi en un milagro por lo bien que salió, partiendo de una gran improvisación de siglas y de candidatura, a raíz del 155. Y como botón de muestra de todo aquello, os he querido apuntar aquí la evolución de imagen que nos llevó (en una tarde de domingo) a parir el logo de Junts per Catalunya. Lo hice encamado por enfermedad y con el creativo de la agencia de publicidad externa del partido y de la candidatura al otro lado del teléfono y del Whatsapp. Y todo contrarreloj para poder incorporar el logo en la papeleta electoral que teníamos que registrar al límite para poder concurrir como lista en los comicios. La evolución gráfica fue esta que os cuento, imagen a imagen:
1. La idea de que todo aquello se hacía POR Catalunya, por el momento político excepcional, debía quedar clara, por lo que el creativo hizo unas primeras propuesta con la “X” destacada. Pero yo le dije que aquello me recordaba demasiado a una marca electoral nada agradable, la de Plataforma per Catalunya, así que lo descartamos.
2. La unión debe hacer la fuerza. La idea era proyectar la necesidad de unidad y de esfuerzo colectivo, y el creativo me hizo una nueva propuesta, inspirada (como me mostró con una foto que también adjunto) en los castellers. Lo hizo después de que le mostrara mis dudas sobre una imagen que me recordaba a las manos del PSOE o de la UGT. Lo descartamos también.
3. Y encarrilamos la fase clave. Acoté la importancia de la cosa al “Junts” y al “Catalunya”, y el creativo me propuso un logo básicamente con palabras (como el original de Podemos). Pero la inclinación de las letras me recordaba a las de los Comunes, y el color azul oscuro era demasiado CiU, demasiado PDeCAT, para una candidatura que debía trascender las siglas tradicionales y el esquema clásico de partido. Contexto excepcional, lista excepcional. Os apunto las imágenes que nos fuimos cruzando por Whatsapp, en este sentido.
4. La idea era incorporar la bandera catalana de alguna manera, para dar más vida a un logo demasiado plano sólo tirando de letras. Y aquí nuevas propuestas que dejaban el azul y la letra en diagonal atrás, pero que también descarté porque me recordaba demasiado al grafismo de la Cup.
5. Decidimos hacer un reset. Y el creativo volvió a tocar la paleta de colores y recuperó unas letras en diagonal que aseguraba que eran tendencia y que no era patrimonio de nadie. También comenzó a hacer probaturas con el degradado aplicado a los colores. A mí me seguía recordando a los Comunes, pero el profesional de la cosa gráfica me reiteraba que era tendencia y que muchas marcas lo estaban utilizando. Llegó a tirar de verdes, pero ya le dije que eso para el espacio político era demasiado diferente (ligado en nuestro entorno a formaciones ecologistas -Vox aparte-).
6. Encontré que algo de eso se podía aprovechar: las letras inclinadas con la bandera en vertical justo debajo… me recordaba el árbol del primer logo de Convergència. Y le dije que tirara por ahí. Hizo algunas probaturas más y así terminamos llegando a la definitiva.
7. La segunda tipografía era la buena. Y así quedó registrado el logo de la nueva marca electoral y la opción definitiva para la papeleta.
8. Pasadas las elecciones, para singularizarse más cromáticamente, se acabó adoptando esta opción:
