-
- 22 mar
Más comedia y chulería
Hoy, en Madrid, se reúne el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Lo presidirá el ínclito ministro de Hacienda Cristóbal Montoro y, esta vez sí, irá el conseller Andreu Mas-Colell. La última vez pasó de ello, harto de los insultos a la inteligencia, así como indignado por los constantes desafíos a la lógica más elemental y por las repetidas puñaladas al concepto de justicia que perpetra el señor ministro del PP con el visto bueno de su presidente, Mariano Rajoy. Pero hoy pinta que quizás merece la pena gastar unos dineros (de aquellos que no tenemos) en el billete de tren. Ni que sea para escuchar qué proponen, porque parece que han emitido alguna señal de vida inteligente. Tampoco mucha cosa, ni nada de extraordinario, pero en medio de la espiral acosadora donde se encuentra inmerso el gobierno español, suena a diferente. Eso sí, nada a agradecer, está claro. Y todo con mucha intención.
Montoro ha avanzado que en el Consejo de hoy se hablará sobre el hecho de que “los territorios” que hayan conseguido recortar más, aquellos que tengan más peso en el PIB o aquellos que tengan que recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) puedan disponer de algunas décimas más de margen en cuanto a límite de déficit. Tres en raya. Catalunya cumple las tres hipótesis de partida, así que el señor ministro por fin nos concederá la gracia (que no lo es) de estrangularnos un poco menos. ¿Cuánto? “Unas décimas”. Pueden ser muchas, pueden ser pocas. Aquí la gracia de aquello que tendría que escuchar hoy Mas-Colell in situ. Y aquí la trampa, el recurso sádico de Madrid (ninguna sorpresa) de hacer evidente que nos tiene presos y que mantiene firme la correa con la que nos ata. Solo nos aflojará un agujerito del collar, o dos o vayan ustedes a saber. Dependerá. Igual nos lo puede volver a ajustar. Dependerá (este es el mensaje) de si hacemos bondad y obedecemos como corresponde. Una vejación más. Pero así nos tenemos que ver, y así de perra es la existencia de la Catalunya autonómica. Con consecuencias para el bienestar de sus ciudadanos, está claro.
Hoy en Madrid se constituirá un grupo de trabajo técnico en el CPFF para estudiar esta medida. Ya veremos, pues. Igual, ni eso. Dice Montoro que sobre la mesa del grupo habrá el reparto de los esfuerzos en la reducción del déficit para establecer “objetivos diferentes para cada territorio”. Catalunya cumple las tres condiciones de partida que justificarían trato diferencial en su caso. A la postre, la asimetría ya se da con creces, para discriminar fiscalmente al Principado. Ahora habrá que ver también si esto admite de alguna tregua. Estaremos atentos. A ver qué nos explica el conseller, al volver. En todo caso, no nos engañáramos, nada que no sea un parche, una gracia del señor amo con opción de ser repensada en función de su estado de ánimo o luna. Nada que no sea una excusa para que mañana Alícia Sánchez-Camacho o su escudero Enric Millo no salgan a glosar las bondades de España y de su misericordia hacia una díscola Catalunya que tendría que centrarse por su propio bien. Nada a agradecer, como decía. Más de lo mismo. Nada que nos saque de pobres ni de vasallos. Y sí, en cambio, mucha más comedia y chulería.
(Para leer el artículo en El Singular, clicad aquí)