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- 11 abr
La ventana indiscreta
David Madí vuelve. Pero, de momento, solo a las salas de cine. Allá donde en la campaña del 2006 presentó su impactante ConfidencialCAT contra el tripartito, aunque ahora de forma mucho más contenida, ya pasados los años y con él retirado de la política. El próximo jueves, pase previo, y el viernes, estreno del documental Crònica d’una campanya, sobre la de Artur Mas para las elecciones catalanas del 2010. Una hora y media de metraje inspirado, hasta en su cartel, en la mítica War Room que en 1993 llevó a los cines (con nominación a los Oscar incluida) la campaña de Bill Clinton pilotada por George Stephanopoulos y James Carville.
Al final de aquel primer mandato de Clinton, en 1996, el grupo alemán de rock alternativo Liquido lanzó su gran éxito: Narcotic, una canción que CiU utilizaba en sus mítines y actos de campaña de los 90. Llegó Madí y aquello se acabó. Pero en el congreso de CDC de Reus, hace solo un par de semanas, se ha utilizado de nuevo. Todo vuelve. Él, de momento, solo a los cines Girona y Alexandra de Barcelona. La audiencia marcará por cuántas semanas.
Cromosoma, la productora de Les Tres Bessones, con guión y dirección de Ibon Olaskoaga, nos ofrece un producto. sobre todo, apto, primero para convergentes, pero inmediatamente después para todos los públicos interesados en la política vista desde la perspectiva de sus campañas electorales. Desde la cocina de la comunicación, desde la intrahistoria que la mueve entre bambalinas. Irresistible material inédito para fans de El ala oeste de la Casa Blanca, The Thick of It, Juego de Tronos y demás series con la política y sus consejeros áulicos como protagonistas.
El cartel mismo nos apunta una constante de la cinta: el montaje en paralelo entre aquello que el líder y el conjunto de actores políticos escenifican en campaña, anexo a lo que sus guionistas y realizadores maquinan. Y léase aquí maquinar como el ejercicio de mover la pesada estructura partidista y sus resortes.A los más voyeristas, los primeros planos de la cinta les homenajean con una secuencia que recuerda a los de la mítica La ventana indiscreta, de Alfred Hitchcock. Desde un edificio vecino del patio interior de la sede de Convergència, en la calle de Còrsega de Barcelona, vemos cómo despierta la jornada (y la cuenta atrás, al estilo de la serie 24) en diferentes despachos de la war room convergente. Madí al teléfono, con el casco de general Patton al fondo, en un estante. Francesc Homs consultando ya papeles.
Y así con parte de un equipo que vemos cómo Madí dirige sereno, pero con mano de hierro. Un grupo de nombres como Jordi Cuminal, Jordi Baiget, Víctor Cullell o Rosa Maria Mestres, que han acabo conformando el equipo de Presidència de Mas. Al estilo Ronald Reagan de 1981, cuando abrió oficialmente la era de la campaña permanente con un desembarco similar.
Y ante los protagonistas, sus antagonistas. No falta la presencia del que fuera jefe de campaña de José Montilla, Jaume Collboni. Tampoco falta lo que el ojo no vio de la tensión por el debate cara a cara frustrado entre los candidatos de CiU y PSC. Alto voltaje desprende el momento de la conversación telefónica que mantuvieron el jefe de campaña nacionalista con la directora de TV-3, Mònica Terribas.
Y no faltan frases con sello Madí como: «Así como los de Esquerra Republicana no han sabido hacer nunca campañas, los socialistas sí, pero esta es un desastre». Genio y figura. Y casi en exclusiva en la cinta, él siempre con un cigarrillo a mano. Como el personaje de El Fumador de la mítica Expediente X, pero mucho menos inquietante, emergiendo de las sombras para exponerse a la mirada indiscreta de los más curiosos.
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