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- 05 feb
¿Quién teme a Podemos?
En las elecciones municipales, en Catalunya, Podemos no se presenta como tal. Se integra allá donde se presenta (que no es en todas partes ni mucho menos) en candidaturas como la de Guanyem Barcelona, con bastantes compañeros de viaje. En las encuestas que hablan de las elecciones al Parlament, sube mucho, ciertamente, pero en el mejor de los casos quedaría a distancia del primero y del segundo, CiU y ERC, y de quien rascaría sería, como unos cuántos más, de aquello que un día conocimos como PSC. ¿Y en España? Ahora dice el CIS que podría quedar como segunda fuerza, en gran parte en detrimento del socialismo. Por lo tanto, a partir de esto, pregunto: ¿quién teme o quien tendría que temer a Podemos? El soberanismo parece claro que no (como mínimo no como quien más) y en este sentido entiendo cierta reconducción del discurso respecto de la formación política de Pablo Iglesias.
Si las fuerzas políticas soberanistas son potentes, no tienen que temer a Podemos porque esta formación donde rompe el bipartidismo que aún existe (aquí ya no lo hay) y dónde parece que deshará casi todas las opciones de suma, excepto un muy improbable pacto PP-PSOE (y por los pelos), es en España. A escala estatal se dibuja ya Podemos como un claro factor desestabilitzador del estatus quo político. Pregunta: ¿y? Quiero decir pregunta desde el punto de vista del soberanismo catalán. ¿O no estaba ya antes Catalunya, en la voluntad de acabar con esta roca erigida en muro contra el cambio que es el mundo PPSOE? Si alguien le da el empujón definitivo… ¿qué?
Y esto no quita (en absoluto) que aquí en Catalunya se tengan que hacer los deberes (y ya con urgencia en cuanto a restablecer puentes, entente y acción efectiva). Esto que parece que no acaba de arrancar cuando más hace falta y se acerca el momento decisivo, eso sí que genera inquietud. Eso sí que lo tendrían que temer CiU y ERC. ¿Pero a Podemos…? A ellos los tiene que temer, aquí, Iniciativa y PSC, que caen en picado y eso que hace días que no gestionan casi nada en una de las épocas donde quienes se ponen a ello más desgastados quedan. Y en España un PSOE que se está deshaciendo como un helado al aire libre (ayer y hoy no, imaginen que en pleno mes de agosto) y un PP que ahora ríe porque ve a los socialistas cómo se derrumban, pero que puede quedar bastante out de las instituciones, según qué aritmética resulte del próximo ciclo electoral.
Primero fueron tildados de “caballo de Troya” contra el proceso y de no sé cuántas cosas más, pero ahora incluso un prohombre de Unió como Antoni Castellà propone no cerrar la puerta a una posible entente con ellos a escala española, si es que se dan las circunstancias, si conviene y si ellos están por el caso. ¿Jugarán? Eso, como su subida, si aquí se hacen los deberes, no será problema nuestro. ¿Y si no se hacen los deberes? Podemos será el menor de nuestros problemas.
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